”. “El Oporto, que defiende y juega muy bien, defiende en zona. Bien, o es una cosa o es otra. Constatándose que defensa y ataque están íntimamente relacionados y que, por eso, es un error plantear la organización defensiva y ofensiva sin una «lógica», emerge la importancia de los momentos de transición y del equilibrio del equipo. Un equipo bien posicionado, bien organizado, no corre ni la mitad que otro mal organizado y mal posicionado. Por eso, hay que prestar atención al equilíbrio defensivo, cuando se ataca, para dar confianza al equipo, y que pueda reaccionar rápidamente. Intentando darnos un ejemplo práctico de lo que es estar equilibrado defensivamente cuando se ataca, Mourinho acaba, curiosamente, por coincidir con la perspectiva anterior: “Puedo dar el ejemplo de un entrenador con el que trabajé (aunque no sea mi caso, porque no veo las cosas de esa forma) que decía, muy claramente, que teniendo el balón cinco jugadores tenian que estar detrás de la línea del balón. Por ejemplo, el equipo de ese antiguo jefe mio en el momento de la pérdida de la posesión, era siempre un equipo extremadamente equilibrado que tenía cinco o seis jugadores detrás de la línea del balón.
En este contexto, interesa aún conocer lo que nos dice Guilherme Oliveira cuando le preguntamos si un equipo que quiera ser muy ofensivo tiene, casi obigatoriamente, que «defender en zona»: “Para que un equipo pueda atacar y ser muy ofensivo, tiene que tener determinadas preocupaciones que le permitan, cuando pierde la posesión, ser capaz de recuperarla rápidamente. Preguntado sobre los cuidados que tiene, en la práctica, para que el equilibrio defensivo en ataque esté presente, Guilherme Oliveira explica que “el equipo tiene algunas preocupaciones en su organización en el sentido de, por un lado, ser posible atacar como se pretende y, por otro, si se pierde el balón, tener posibilidad de recuperarlo con una cierta rapidez. Estamos hablando de un conjunto de preocupaciones que enlazan con una ocupación racional de los espacios (aunque con la posibilidad de permutas entre jugadores), ocupación que permite, tanto en términos ofensivos como defensivos, que tengamos una cierta calidad organizativa”. Los aspectos defensivos siempre tienen que estar relacionados con los aspectos ofensivos, sino jamás conseguiremos un juego de calidad! Pero, en el fútbol actual, existe muy poca preocupación por la calidad del proceso ofensivo. Se trata, también aquí, de conseguir un equilibrio posicional, pero, en este caso, perspectivado en función de la forma de realizar la transición defensa-ataque.
“La zona presupone algo que es fundamental: el equilibrio y la racionalidad en la ocupación de los espacios. Los propios delanteros se retrasan para defender y eso hace que el equipo esté siempre junto, aunque, a lo ancho, se mantenga abierta y extendida, en profundidad consigue reducir los espacios y aproximar las líneas. No va a haber ayudas y van a existir siempre espacios a través de los cuales nuestra organización defensiva puede ser desmontada”. ” (José Guilherme Oliveira) Por todo lo dicho, confiamos haber reforzado la tesis de que «no tener la pelota» no implica que tengamos que olvidarnos de la organización ofensiva que preconizamos. Guilherme Oliveira es otro entrenador que nos dice que cuanto más ofensivo sea un equipo, mejor tiene que saber defender y tiene que ser así “porque, para atacar con una cierta eficacia, es necesario atacar con mucha gente, esto es, tiene que haber mucha gente envuelta en el proceso ofensivo, todo el equipo tiene que tener tareas ofensivas (incluso los defesas tendrán tareas ofensivas bien claras). Por lo tanto, cuando el equipo tiene el balón, su posicionamiento debe ser de tal orden que, preveyendo que pueda perder la pelota – ¡
Por lo tanto, pienso que las características de los jugadores, no sólo físicas sino principalmente mentales son determinantes”. Son entrenables y, de hecho, con más o menos tiempo, algunos jugadores pueden ser también a ese nivel modelados.Para tomar conciencia de que esta cuestión de las «características» de los jugadores no es tan lineal como puede parecer, recordamos que Mourinho (2002d) sostenía que, con Jankauskas y Capucho, por sus características ofensivas, era importante que el equipo presionase bastante adelantado al adversario. Grandes figuras como Johan Neeskens, Johnny Rep, Rob Ressenbrink o Ruud Krol apuntalaban el potencial del equipo holandés. Otro aspecto que consideramos fundamental para entender correctamente el «momento defensivo» en función del modo de atacar, se ve en la propia configuración estructural defensiva del equipo, teniendo a la vista un equilibrio ofensivo en defensa. Conviene recordar que Mourinho destaca que su equipo procura hacer presión en profundidad con seis líneas y esto está también íntimamente relacionado con el equilibrio ofensivo perspectivado por el modo como se desarrolla la transición defensa-ataque. Como es evidente, es el equipo como un «todo» el que lo asegura. Pensamos que conseguir tal superioridad implica pensar «zonalmente» el equilibrio defensivo en ataque.