Basta pensar que, con tantos problemas subyacentes como plantea, la «defensa hombre a hombre», para ser eficaz, tiene que ser hecha por los mejores jugadores. Si hay un cambio de orientación rápido y eficaz, podemos tener algunos problemas. Ahora bien, no los podemos separar unos de otros”. Véanse las palabras de Tiago: “Si no nos defendemos bien, el ataque no va a funcionar bien. Parece así quedar clara la importancia de las transiciones defensa-ataque y ataque-defensa. De este modo, coincidimos con Garganta cuando realza la importancia de entrenar estos «momentos de ligazón», pero tenemos que decir que, antes de entrenar, hay que concebir los principios para esos momentos. ”. “Creo que, hoy en día, los equipos que mejor dominan las transiciones, son las que consiguen ganar más”, concluye. Fundamentalmente, los equipos que ganan más veces hacen muy bien las dos cosas”. O sea, los equipos que están en un proceso y, después pasan a otro proceso, son equipos que, para mí, tendrán mucha dificuldad para presentar una elevada calidad de juego. Al estar íntimamente asociados, defender y atacar son momentos que tienen que ser articulados.
Lo ideal es conseguir defender con el menor número de jugadores posible y ser eficaz. También tenemos camisetas de fútbol de jugadores famosos y los accesorios de fútbol para que elijas. Puede que una de las camisetas que mas hemos visto por televisión cuando se rememoran proezas de los mundiales o cuando se recuerda a Maradona. Las camisetas siguen mereciendo la pena en ese caso. Atendamos a las palabras de Rui Quinta: “Para mí, es complicado hablar de la fase de defensa y de la fase de ataque separadamente, porque creo que el juego nunca nos permite estar apenas en una o en otra fase. Con la defensa en zona pasa igual: es preciso percibirla, es preciso experimentarla y es preciso errar muchas veces, porque para conseguir determinadas cosas, es preciso errar mucho, experimentar cosas, errar, volver a experimentar y volver a errar. Y, por ello, la mayor parte de las veces, el entrenar “no va a desembocar en el mar que pretendemos, o sea, no tiene su reflejo en los comportamientos en la competición”. O sea, un Partido es un «continuum», es fluido en el paso de unos momentos a otros, pero lo será más si se toma conciencia de eso y de la necesidad de la «construcción» de las «partes» de nuestro «jugar» (los principios de juego relativos a cada uno de los cuatro momentos del «jugar»), o si se articula, en función del «todo» que se desea.
También defendemos que se debe entender el Partido (y el «jugar») como un «flujo continuo», un «continuum», y no como algo parcial y, en esa medida, fraccionado, Frade (2002) dice, “no hay nada más construido que el jugar. Para nosotros, ese «nexo» (esa «articulación de sentido») muchas veces no se tiene en cuenta porque simplemente no se concibe el Partido como ese «flujo continuo» no fraccionado, que requiere una organización de juego global/unitaria, contempladora de la maximización de la «articulación de sentido» que debe orientar la calidad de la muestra regular de los cuatro momentos del «jugar», es decir, una organización de juego que consiga reflejar y responder eficazmente a lo que Frade (2002) llama «entereza inquebrantable del juego». «partes» fundamentales de ese «todo». Para terminar, no queremos olvidar que, a nivel de entrenamiento, es imprescindible «desmontar» ese «todo». Estamos plenamente convencidos de que, por pensar de esta forma, Mourinho (s.d., cit.
Mourinho cuando le preguntamos si, en un equipo tan ofensivo como el suyo, es decisivo sustentar defensivamente esa forma de jugar, responde: “Claro. Estamos hablando de un conjunto de preocupaciones que enlazan con una ocupación racional de los espacios (aunque con la posibilidad de permutas entre jugadores), ocupación que permite, tanto en términos ofensivos como defensivos, que tengamos una cierta calidad organizativa”. Cuando presionamos delannte, si no somos muy presionantes, si no condicionamos completamente al portador del balón y el espacio de los jugadores circundantes, lo que sucede es que la pelota entra de inmediato en nuestras espaldas, creándonos siempre muchos problemas”. ”. “Equipos terríbles son los que disminuyen el tiempo entre el ganar la pelota y atacar y entre perderla y defender. Los equilibrios son importantísimos. Carvalhal nos explica mejor esta idea: “En el fondo, el juego se hace con equilibrios. Tenemos, primero, que «construir» esas «partes» del «jugar», camisetas futbol definiendo principios que sirvan de guía al equipo en esos momentos del juego.
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