A principios del año siguiente, la justicia levantó definitivamente la quiebra. En el año 2005, tomó la administración del club la sociedad anónima Blanco y Negro S.A., la cual concesionó todos los activos del club por 30 años, a cambio de pagar todas las deudas, a través de un proceso de apertura en la Bolsa de Comercio de Santiago. Nuevos jugadores aparecieron y otros se mantuvieron, a jugadores como Farid Mondragón, Aquivaldo Mosquera, Luis Amaranto Perea, Mario Yepes se les dio continuidad; por otra parte, Aldo Leao Ramírez, Edwin Valencia, Juan Guillermo Cuadrado, Teófilo Gutiérrez, Carlos Bacca y los juveniles Juan Fernando Quintero y Luis Fernando Muriel fueron seleccionados para hacer parte de ese proceso, logrando una combinación entre experiencia, juventud y revelación.