“Cuando recuperas la pelota en un juego individual, te paras. Guilherme Oliveira nos aporta ideas pues admite una mayor fragilidad del equipo en los cambios de orientación del adversario, cuando se «defiende en zona», pero solamente “cuando jugamos con el bloque avanzado. Vale todo!”. Tiago reconoce que es complicado mantener el bloque defensivo compacto cuando son las referencias individuales las que rigen los comportamientos defensivos. Igualmente, Rui Quinta sostiene que “en Portugal aún se cultiva lo más fácil, las referencias individuales”. Preguntado sobre si ese aumento de espacio entre líneas no tendrá que ver con el«encajar» en el rival, que hace el «campo grande», Mourinho confiesa que el problema está precisamente ahí: “El problema surge cuando el rival con balón, aumenta la distancia entre sus jugadores. Confrontado con la posibilidad de acabar defendiendo con un «triángulo grande» en virtud de que su triángulo del medio campo encajase en el del adversario, al inicio estará haciendo el «campo grande», L. afirma: “¡
Garganta no nos sorprende, cuando, a propósito de la permanente relación que debe existir entre la defensa y el ataque, le preguntamos si la «defensa hombre a hombre» sirve para el «momento defensivo»: “¡ Los jugadores van a estar en las posiciones donde los llevó el adversario, o sea, no están donde puedan recibir la pelota y crear ataque, sino en lugares a los que llegaron obligados. Si la pelota llega a un jugador y éste supera a su oponente directo, cuando lleguen la ayudas, siempre alguien quedará suelto y con espacio para jugar. Por ejemplo, si Simão gana la pelota en nuestro mediocampo defensivo, sabe dónde está Tiago, y rápidamente le coloca la pelota y éste se gira y la coloca al otro lado, pues sabe que allí va a aparecer Geovanni”, explica. El fútbol es el deporte más popular del mundo, que alberga numerosas emociones tanto por parte del espectador como del jugador, por otro lado, la gastronomía en la actualidad se está convirtiendo en potencia mundial sobre todo en el Perú, la presente tesis aborda las interconexiones entre la comida, la pasión por el futbol y a su vez por el turismo.
Pero en 15 años que llevo entrenando, no hay un jugador que pueda afirmar que alguna vez le haya pedido defender atrás del medio campo. Repetimos también que no quisimos «discutir» sobre personas, sino sobre ideas. Nadie juega hombre por hombre o en función de los hombres, sino en función de los espacios.” (José Mourinho) Debe existir un conflicto de intenciones en lo que se refiere a la «utilización» del espacio y del tiempo por parte de cualquier equipo en confrontación: el ataque (la organización ofensiva), para intentar superar a la defensa (la organización defensiva adversaria), debe procurar hacer el «campo grande» y, así, crear espacio y tiempo para realizar sus acciones táctico-técnicas; la defensa, para dificultar el ataque, debe procurar hacer el «campo pequeño» y, con eso, colocar al equipo adversario en una constante reducción espacio-temporal. Si hay un cambio de orientación, habrá espacio, pero el equipo, en principio, tendrá tiempo para recomponerse.
Un cambio rápido del espacio de juego es una situación rápidamente aprovechable, pero sólo es posible si los jugadores están colocados. Del análisis del juego a la formación del jugador. O sea en función de esa misma anarquía posicional, es un equipo que gana la posición y tiene que estirar el juego. Un equipo que, por su forma defensiva de jugar, es anárquica posicionalmente, sólo puede ser un equipo de transición rápida cuando gana la posesión. En la transición ofensiva, yo quiero que mi equipo, teniendo posibilidades de éxito, procure atacar rápidamente, llegando a portería con el menor número posible de toques. Resumiendo, tal como defendimos antes, la «zona», sea presionante o no, representa una gran ventaja para la transición defensa-ataque, porque partimos de una organización defensiva colectiva conocida, que no nos resulta «extraña», sucede según un «patrón», pues las posiciones de los jugadores son siempre conocidas por el colectivo.